Alimentos antiinflamatorios: qué comer para sentirte mejor
- Claret Méndez
- 6 may
- 2 Min. de lectura
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo ante lesiones o infecciones. Sin embargo, cuando se vuelve crónica, puede contribuir a la fatiga, problemas digestivos, dolores articulares e incluso afectar el rendimiento deportivo. La buena noticia es que la alimentación puede ayudarte a reducirla y sentirte mejor. Aquí te contamos qué alimentos incluir en tu dieta y cómo hacerlo de forma sencilla y práctica.

El poder de los antioxidantes
Los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas que pueden causar inflamación y daño celular. Una dieta rica en estos compuestos favorece la regeneración muscular y mejora la recuperación tras el ejercicio.
Alimentos ricos en antioxidantes:
Frutas y verduras vibrantes: bayas (arándanos, fresas, moras), uvas, espinacas, zanahorias, pimientos y brócoli.
Frutos secos y semillas: almendras, nueces, semillas de chía y linaza.
Especias y hierbas: cúrcuma, jengibre, orégano, romero y canela.
¿Cómo incluirlos?
Prepara un smoothie con frutos rojos y semillas de chía para iniciar el día con energía.
Agrega cúrcuma y jengibre a tus infusiones o adereza tus platillos con orégano y romero.
Incorpora una ensalada con espinacas, nueces y zanahorias a tus comidas principales.
Grasas saludables: aliadas contra la inflamación
No todas las grasas son malas. De hecho, ciertos tipos ayudan a reducir la inflamación y benefician la salud cerebral y cardiovascular.
Alimentos que proporcionan grasas saludables:
Omega-3: pescados grasos (salmón, sardinas, atún, trucha), semillas de chía y linaza, nueces.
Grasas monoinsaturadas: aguacate, aceite de oliva extra virgen, almendras y avellanas.
¿Cómo incluirlos?
Usa aceite de oliva en ensaladas en lugar de aderezos procesados.
Añade aguacate a tus desayunos o como snack con limón y sal.
Evita los alimentos inflamatorios
Algunos alimentos pueden aumentar la inflamación en el cuerpo, causando molestias digestivas, retención de líquidos y fatiga.
Azúcares refinados y harinas blancas: pan, galletas, pasteles, refrescos y jugos procesados.
Alimentos ultraprocesados: embutidos, snacks empaquetados y comida rápida.
Aceites refinados y grasas trans: margarinas, frituras y productos de bollería industrial.
Exceso de alcohol y cafeína: su abuso puede alterar el equilibrio intestinal y causar inflamación.
¿Cómo reducirlos?
Opta por endulzantes naturales como miel o dátiles en lugar de azúcar refinada.
Prefiere snacks naturales como frutos secos o chips de kale en lugar de papas fritas.
Elige métodos de cocción más saludables como al horno, al vapor o a la plancha.
Como siempre te digo, más que seguir reglas estrictas, escucha a tu cuerpo y nota qué alimentos te hacen sentir bien. Una alimentación antiinflamatoria no significa restricción, sino aprender a nutrirte con alimentos que te den energía, apoyen tu entrenamiento y mejoren tu bienestar general.
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