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¿Cómo empezar a mejorar tu alimentación?

Foto del escritor: Claret MéndezClaret Méndez

A menudo, la idea de cambiar nuestra dieta puede parecer abrumadora, pero enfocarse en tres pilares básicos puede hacer que este proceso sea mucho más llevadero y efectivo: calidad, frecuencia y variedad. Esta vez te compartiré algunas sugerencias prácticos para incorporarlos y así mejorar tu alimentación de manera sostenible y equilibrada.


Calidad: elige alimentos nutritivos y naturales

La calidad de los alimentos que consumes es fundamental para una buena salud. Opta por alimentos frescos y naturales, y, de ser posible, evita aquellos procesados y ricos en azúcares añadidos, grasas trans y aditivos químicos.


  • Selecciona frutas y verduras frescas: asegúrate de que una gran parte de tu dieta esté compuesta por frutas y verduras. Son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales para tu cuerpo.

  • Alimentos de origen animal de buena calidad: incluye en tu dieta fuentes de proteínas como pescado, pollo, huevos, legumbres y frutos secos. Además de que propician una sensación de saciedad por más tiempo, son esenciales en la reparación y crecimiento de los tejidos.

  • Grasas saludables: no todas las grasas son malas. Incluye en tu dienta fuentes de grasas saludables, como el aguacate, el aceite de oliva, las semillas y el pescado graso, cruciales para la función cerebral y la salud cardiovascular.

Frecuencia: come regularmente para mantener tus energías

La frecuencia con la que comes también juega un papel crucial en la gestión de tu energía y en el mantenimiento de un metabolismo saludable.


  • Comidas regulares: intenta comer en horarios regulares. Si te saltas comidas, puedes comer en exceso más tarde y quizá no incluyas alimentos tan saludables.

  • Pequeñas comidas y bocadillos saludables: además de las tres comidas principales, considera añadir uno o dos bocadillos entre ellas. Estos pueden ser frutas, yogur, o un puñado de nueces, que te ayudarán a mantener tus niveles de energía estables a lo largo del día.

  • Escucha a tu cuerpo: aprende a distinguir las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Comer cuando tienes hambre y detenerte cuando estás satisfecho es clave para evitar el exceso de comida.


Variedad: diversifica tu dieta para obtener todos los nutrientes

La variedad en la dieta asegura que obtengas una amplia gama de nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de tu cuerpo.

  • Explora nuevos alimentos: ¡no te limites a los mismos alimentos de siempre! Prueba nuevas frutas, verduras, granos y alimentos de origen animal. Cada uno aporta diferentes nutrientes esenciales para tu salud.

  • Cocina creativamente: experimenta con nuevas recetas y métodos de cocción, y descubre combinaciones de alimentos que no habías considerado antes.

  • Diversifica tu selección alimentos: intenta no comer los mismos alimentos todos los días. La rotación de alimentos ayuda a prevenir deficiencias nutricionales y también reduce el riesgo de desarrollar alergias alimentarias.

 

Mejorar tu alimentación no tiene que ser un proceso complicado o restrictivo. Al centrarte en la calidad, frecuencia y variedad de tus alimentos, puedes hacer cambios significativos que mejorarán tu salud y bienestar a largo plazo. Comienza poco a poco con ajustes graduales en tu alimentación y pronto notarás los beneficios.


¡Diseñemos juntos tu próximo plan alimenticio!



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