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Foto del escritorClaret Méndez

Nutrición y entrenamiento con un enfoque más humano

Si estás adentrándote en el mundo del ejercicio y la nutrición, es mi deber decirte que resulta muy sencillo caer en las trampas de la perfección y la autoexigencia. ¿Cómo hacerles frente? En lugar de castigarte por no alcanzar estándares inalcanzables, integra la autocompasión en tu rutina. Aquí veremos de qué forma.


Acepta tus limitaciones y celebra tus progresos

La autocompasión comienza con aceptar tus limitaciones y entender que cada persona tiene su propio ritmo. En lugar de obsesionarte con los números o compararte constantemente con otros, enfócate en tus propios progresos. Procura que tus metas sean realistas y alineadas con tu bienestar general. Celebra cada pequeño logro y no te castigues por los deslices o días difíciles.


Cuida tu cuerpo con amabilidad

El ejercicio y la nutrición no deberían ser una fuente de estrés, sino una forma de cuidar tu cuerpo. Qué tal si en vez de imponerte rutinas intensas que te pueden llevar al agotamiento, buscas un equilibrio que respete tus necesidades. Escucha a tu cuerpo y dale el descanso y la recuperación que necesita. La autocompasión te permite ser flexible y adaptar tus planes según como te sientas, lo que puede evitar el agotamiento físico y emocional.


Nutrición con enfoque positivo

Al igual que en el ejercicio, la autocompasión también juega un papel crucial en la nutrición. Trata de enfocarte en una alimentación equilibrada que nutra tu cuerpo y te haga sentir bien. Permítete disfrutar de alimentos que te gustan sin culpa y aprende a ver cada comida como una oportunidad para nutrir tu bienestar, en lugar de un desafío para cumplir con reglas estrictas.



Recuerda que la autocompasión no significa conformismo, sino crecimiento y aprendizaje. Si enfrentas un obstáculo, en lugar de criticarte, usa esas experiencias como oportunidades para aprender y mejorar. El viaje hacia una vida saludable es un proceso continuo y que cada paso cuenta.


Incorporar la autocompasión en tu rutina de ejercicio y nutrición puede cambiar la manera en la que construyes tu salud y bienestar. La clave está en cuidar de ti mismo con paciencia y amor, permitiendo que tu viaje hacia la salud sea tanto gratificante como sostenible.


Construyamos juntos esos hábitos desde el amor y la autocompasión, ¡yo te ayudo!


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