Una de las formas más sencillas y deliciosas para tener un guisado rico y balanceado, es combinar tu pasta favorita con una buena porción de verduras. Para que no te quedes con las ganas, aquí te comparto una opción para que la cocines :) ¡Buen provecho!
Ingredientes
1 cucharada de aceite vegetal
2 tazas de zanahorias ralladas
250 g de pimientos dulces, finamente picados
2 tazas de agua
2 cucharaditas de aceite de sésamo tostado
1 cucharada de jengibre finamente picado
1 diente grande de ajo, picado
1 ½ cucharaditas de sal kosher
350 g de pasta sin cocer
3 cebollas verdes, cortadas en rodajas finas
Modo de preparación
Calienta el aceite en un sartén grande antiadherente a fuego medio-alto hasta que brille. Cocina las verduras durante 3-4 minutos hasta que estén tiernas pero crujientes.
Combina el agua, el aceite de sésamo, el jengibre, el ajo y la sal en un bol pequeño. Añade la mezcla de agua y la pasta al sartén. Cocina durante 2 minutos, removiendo frecuentemente, hasta que la pasta esté tierna y la mayoría del líquido se haya evaporado. Retira del fuego; añade las cebollas verdes.
Recomendaciones: para un toque picante, sirve este plato con salsa asiática de ajo y chile o aceite de chile. Calabacín picado, calabaza amarilla, cebolla roja, apio o ensalada de col son excelentes sustitutos para las zanahorias y los pimientos en este plato.
¿Se te hizo agua la boca?
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