Seguir dietas de moda es algo que cuesta mucho trabajo dejar de hacer, tarde o temprano caemos en la que nos recomendó el amigo o la compañera del trabajo; sin embargo, como todas las modas, las dietas también pasan, pero su impacto en nuestra salud, en nuestro bolsillo y en el medio ambiente tarda en desvanecerse.
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Para aminorar esas huellas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) propusieron las dietas saludables sostenibles que procuran
“toda la dimensión de la salud y el bienestar de las personas”, y que al mismo tiempo generan un bajo impacto en el ambiente.
Una alimentación armoniosa
Una alimentación sostenible se caracteriza además por
Su accesibilidad y por ser asequible —para comer de forma adecuada y conforme a tus necesidades no necesitas desembolsar una millonada. Si te han dicho lo contrario, ¡red flag!—;
También es segura, equitativa —tu plan nutricional no incluirá ingredientes que te hagan daño y tampoco recetas cuya preparación tengas que delegar a alguien más. La comida se goza, no jode— y, por supuesto,
Cultural y socialmente aceptable —¿cuántas veces no rechazamos un plato de mole o una hamburguesa porque “nuestra dieta no lo permitía”?
Con un sistema basado en la alimentación sostenible se busca que haya seguridad alimentaria para todas las personas que integran una comunidad, sin que se afecten los recursos ambientales, sociales y económicos que la sostienen.
Pero si el solo hecho de que tu alimentación puede convivir en armonía con todo lo que te rodea no te parece suficiente, ¿qué te parece si hablamos de que una dieta basada ingredientes locales y de temporada contribuye al cuidado de nuestro planeta y de todas las formas de vida que lo habitan?
Como seguro ya escuchaste en el episodio “Sin sabiduría culinaria no hay éxito en tu alimentación”, de Nutrición Sin Restricción optar por alimentos locales y de temporada nos asegura que estos tendrán mejores nutrimentos que aquellos que difícilmente se consiguen en determinadas épocas. Además, tu bolsillo te lo agradecerá.
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Me interesa, ¿cómo empiezo una alimentación sostenible?
Adentrarse en el mundo de alimentación sostenible resulta súper fácil
El primer paso consiste en atender las necesidades que tiene tu cuerpo; una vez que las identificaste, incluye los ingredientes de temporada que más te gusten en tu día a día —como te dije arriba, tienen mejor calidad nutrimental.
Recuerda que la alimentación es un hábito cultural y nada tiene que ver con dejar de comer los platillos que te encantan. Incluye alimentos que se acepten en los círculos en los que te desenvuelves y en las porciones que requieres.
Ya lo dijimos, pero lo repetiremos hasta que su práctica se vuelva costumbre: ¡consume local! En los mercados y tianguis encontrarás frutas y verduras de primera calidad y, con suerte, serán las y los productores quienes te los ofrezcan directo de sus huertos. Lleva tu bolsa y recipientes para evitar la generación de desechos inorgánicos.
Varía tu menú incluye diversos grupos de alimentos, que no te dé miedo mezclar ingredientes. Cuando veas todo el colorido que adquiere tu comida, no pararás de combinar.
Piensa en el medio ambiente y selecciona aquellos alimentos que no lo impacten negativamente —para producir un kilo de carne se necesitan 50 litros de agua.
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“Diseñando Mi Nutrición” es un taller intensivo, pero súper súper completo. Al finalizarlo serás experto en la selección de tus alimentos y en la planeación de tus comidas; además, sabrás cómo elegir de manera adecuada los ingredientes en el mercado y todo con conciencia ambiental estés en donde estés.
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