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Tenemos que hablar de la popó (heces fecales)

Heces, materia fecal, excremento, popó, caca. No importa si el nombre que le damos es muy sofisticado o más gráfico, hablar de nuestros heces fecales suele incomodar o desagradar a tal punto que evitamos referirnos a uno de los indicadores que nos dicen mucho sobre cómo está nuestro organismo, sobretodo nuestra salud digestiva. Y por no hablar de “porquerías” podemos poner en riesgo nuestra salud.


Primero hay que decir que nuestras heces fecales se componen de todo aquello que no pudimos digerir o sea "materia orgánica", sea sólido o líquido. Seguramente en alguna visita al médico este te preguntó por su forma, color, consistencia, olor; tal vez en ese momento pusiste cara de “¿qué?” porque, a menos que las recolectemos para un análisis de laboratorio, muy pocas veces solemos dirigir la mirada a aquello que dejamos en la taza del baño y, por lo tanto, lo que podamos decir al respecto resulta muy vago, ¿cierto? Pues ese extraño interrogatorio sanitario en torno a las características fecales arroja información valiosa sobre nuestra salud y el tránsito intestinal.



Con ustedes, ¡la escala de Bristol!

Para poder entender los mensajes que hay en lo que excretamos existe la escala de Bristol, diseñada en 1997 por los médicos S. J. Lewis y K. W. Heaton, de la Universidad de Bristol.

Esta escala clasifica siete tipo de heces tomando en cuenta su forma y consistencia, con el propósito de “definir si estamos ante un tránsito normal, estreñimiento o diarrea”, explica María Huidobro en la revista Consumer.


Ahora, ¿qué identifica a cada uno de los siete tipos de heces de la escala de Bristol?

Tipo 1: se caracterizan por trozos duros, separados y secos —como las de los borregos o las cabras— que se evacúan con dificultad. Suelen presentarse cuando hay un consumo bajo de fibra y para contrarrestarlas se recomienda incrementar la ingesta de verduras y frutas, pero también de probióticos si es que hay algún desequilibrio en la microbiota.


Tipo 2: heces con forma de salchicha compuesta de fragmentos que también se excretan con dolor y dificultad, debido a su tamaño —que supera el de la apertura máxima del canal anal—y rigidez; pueden generar lesiones como fisuras o hemorroides, así como colon irritable. Las y los especialistas sugieren visitar al médico en caso de presentarlas, así como alimentos y medicinas que estimulen el tránsito intestinal.


Tipo 3: las distingue su forma alargada con grietas en la superficie y revelan que hay un buen tránsito intestinal que trae consigo una frecuencia adecuada de evacuaciones.


Tipo 4: se particularizan por ser alargadas, lisas y blandas debido a una alimentación balanceada y a una buena hidratación. Su excreción ocurre sin dolor.


Tipo 5: estas heces son pedazos pastosos con bordes definidos que se expulsan fácilmente; las personas que las presentan van al baño de dos a tres veces por día, especialmente después de cada comida fuerte. De acuerdo con la escala de Bristol, este tipo sería el óptimo.


Tipo 6: fragmentos blandos y esponjosos de bordes irregulares y consistencia pastosa, parecidos al puré que indican diarrea. Se presentan cuando el colon tiene mucha actividad, cuando aumenta la presión arterial relacionada con el estrés o cuando la comida tiene muchas especias, el agua demasiados minerales o cuando se usan laxantes.


Tipo 7: heces líquidas sin pedazos sólidos, es decir diarrea y suele venir acompañada de deshidratación. La presencia de este tipo de desechos se debe a infecciones intestinales o intolerancia a la lactosa. En caso de padecerlas, te recomendamos visitar a tu médico que te indicará el tratamiento más certero.


¿Ya escuchaste el podcast “Seré intolerante a la lactosa”?


¿Qué hacer para mejorar la calidad de mis desechos?

Esto podría parecer contradictorio, pero no. Como decíamos líneas arriba, al observar nuestras heces podemos notar si hay restos de alimentos no digeridos, sangrado, mucosidades. Además, identificar su color o notar si flotan o se hunden, entre otras cosas, nos clarifica el panorama de nuestra salud intestinal y, en consecuencia, nos indica el estado en el que se encuentra la microbiota de cada persona.



Si tú eres de las personas que evacúa heces del tipo 1 o 2, que indican que hay estreñimiento, te sugerimos beber más agua e incluir más fibra en tu alimentación diaria para estimular el tránsito intestinal. Si más bien excretas heces de los tipos 6 o 7, podrías contemplar entre tus alimentos el pan tostado, plátanos, manzana, carnes blancas y el arroz y reducir la ingesta de alimentos irritantes.


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