top of page

La salud digestiva, una prioridad en tu nutrición

¿Alguna vez te has preguntado cómo logra el cuerpo obtener todos los nutrimentos que necesita para su funcionamiento adecuado?


Pues lo hace gracias a la digestión, un proceso del cual se encarga el sistema digestivo, conformado por el tracto gastrointestinal —o tracto digestivo —, hígado, páncreas y la vesícula biliar; este aparato se encarga de descomponer los nutrimentos que obtenemos de la comida para nuestro organismo pueda absorberlos al torrente sanguíneo y así utilizarlos para todas las funciones que necesite.

Vámonos por partes.



De entrada hay que decir que el aparato digestivo se encarga de la transformación de los alimentos para que, al descomponerse a través de procesos químicos, aporten los nutrimientos que el cuerpo requiere. A este aparato lo integran:


  1. La boca: por donde ingresa la comida y la bebida que aportará nutrimentos al cuerpo;

  2. El esófago y el esfínter esofágico inferior, encargados de llevar o guíar los alimentos hacia el estómago, en sí es un conducto hacia el estómago;

  3. El estómago, aquí los alimentos y líquidos se mezclan con los jugos digestivos;

  4. En el intestino delgado, el quimo —nombre que recibe la mezcla en la que se transforma la comida— convive con los jugos del páncreas, del hígado y del intestino. Las paredes de este intestino absorben nutrimentos y agua a través de las vellosidades intestinales que, posteriormente, se incorporarán a la sangre;

  5. Los desechos del proceso digestivo pasarán al intestino grueso y aquí se convertirán en heces que se encaminan al recto, parte del intestino grueso existe la absorción de electrolitos y H2O;

  6. En el recto permanecerán las heces hasta que sean expulsadas por el ano al momento de ir al baño.

¿Y por qué es importante el sistema digestivo?


Porque sin este aparato no podría ocurrir la digestión y sin la digestión el cuerpo se quedaría sin nutrimentos.



Por lo anterior debemos asegurarnos de cuidar nuestra salud digestiva que, como la nutrición, inicia desde que elegimos qué comer, en qué cantidades y con qué frecuencia.

La Secretaría de Salud mexicana recomienda que para tener buena salud digestiva incluyamos alimentos que contengan fibra, como la avena, el arroz, el trigo o la cebada; verduras, como el apio, la espinaca, las zanahorias; frutas, como las manzanas y las ciruelas; agua, tanta como la que necesite nuestro cuerpo; y probióticos! Estos se encargan de “regular la microbiota intestinal, digerir la comida, absorber nutrimentos” y se encuentran en el yogur o en alimentos fermentados, como la kombucha y el jocoque o también en los suplementos alimenticios con el nombre “probióticos”.

Además de estos alimentos, la actividad física te ayudará a fortalecer tu salud digestiva ya que estimula el funcionamiento de los órganos encargados de la digestión, pero también favorece las evacuaciones por el movimiento que logramos en el intestino al momento de realizar esta actividad física. Recuerda que el intestino delgado y grueso también son músculos, por lo tanto existen más contracciones y mejoramos la evacuación de las heces fecales.


Si has leído las demás entradas de este blog, ya te habrás dado cuenta de que, en resumen, para tener una buena salud digestiva —y en realidad una buena salud integral— se necesita comer balanceadamente y seleccionar las porciones que requiere cada persona. Al incluir en tu dieta diaria todos los grupos de alimentos está casi garantizada una nutrición adecuada y, por lo tanto, el buen funcionamiento general del organismo.


Si quieres aprender más sobre digestión y todos los procesos que suceden para que ocurra de manera óptima, sigue mis redes de Nutrición Claret para que te enteres de las próximas fechas del Curso Virtual sobre Salud Digestiva que está BRUTAL!!!






bottom of page